En la época victoriana abundaban los tratamientos "imaginativos", entre otros muchos podemos destacar aquél mediante el cual y con el fin de sedar a los pacientes y aliviar la obstrucción intestinal se tenía por eficaz la inyección de nicotina en forma de humo de tabaco por el recto.
En su A treatise on therapeutics and pharmacology or materia medica (Tratado de terapéutica y farmacología o materia médica, 1860) el Dr. George B. Wood explicaba cómo alcanzar la dosis adecuada; recomendaba al profesional encender una pipa o un cigarro y que, mediante un embudo, soplase el humo hacia uno de los muchos e ingeniosos instrumentos que se habían creado para administrar la sustancia a los pacientes, y entre los que destacaba, por su sencillez, un fuelle con una boquilla cubierta de cuero para evitar el daño del recto.
Si bien no sólo el intestino era el gran beneficiario del humo del tabaco, cabe destacar el asombroso caso de una mujer con la mandíbula dolorosamente dislocada. Para el médico que la trataba resultaba imperioso relajar los músculos faciales de la paciente, pero su estado de salud hacía desaconsejable practicarle una sangría (el método preferido en la época para inducir estados de relajamiento). Le ofreció medio litro de ginebra que, para asombro y desesperación del médico, fue ingerida con deleite sin sembrar efecto secundario alguno en la interfecta. Tras esto optó por ofrecerla un cigarrillo, ésta le dió varias caladas hasta que, una vez suficientemente relajada, se estampó contra el suelo, momento aprovechado por el médico para colocar en su sitio la mandíbula.
De todos modos hay que tener en cuenta que si bien en situaciones deseperadas podría tener cierta utilidad este tratamiento no dejaba de entrañar cierto peligro, al fin y al cabo la nicotina es un veneno potente. No había manera de medir la dosis terapéutica apropiada y, una vez que se introducía el humo, no había manera de sacarlo en caso de que el paciente presentase una reacción adversa. Hubo algunos muertos a causa de un exceso de humo.
Para evitar todo esto Jürgen Thorvald en El siglo de los cirujanos señalaba cómo algunos profesionales evitaban dicho riesgo mediante el sencillo método de introducir un cigarro de consistencia firme en el recto del paciente (lo que viene a ser un puro en el culo), con lo cual evitan el humo y tenían la ventaja de poder interrumpir el tratamiento rápidamente en caso de necesidad.
En su A treatise on therapeutics and pharmacology or materia medica (Tratado de terapéutica y farmacología o materia médica, 1860) el Dr. George B. Wood explicaba cómo alcanzar la dosis adecuada; recomendaba al profesional encender una pipa o un cigarro y que, mediante un embudo, soplase el humo hacia uno de los muchos e ingeniosos instrumentos que se habían creado para administrar la sustancia a los pacientes, y entre los que destacaba, por su sencillez, un fuelle con una boquilla cubierta de cuero para evitar el daño del recto.
Si bien no sólo el intestino era el gran beneficiario del humo del tabaco, cabe destacar el asombroso caso de una mujer con la mandíbula dolorosamente dislocada. Para el médico que la trataba resultaba imperioso relajar los músculos faciales de la paciente, pero su estado de salud hacía desaconsejable practicarle una sangría (el método preferido en la época para inducir estados de relajamiento). Le ofreció medio litro de ginebra que, para asombro y desesperación del médico, fue ingerida con deleite sin sembrar efecto secundario alguno en la interfecta. Tras esto optó por ofrecerla un cigarrillo, ésta le dió varias caladas hasta que, una vez suficientemente relajada, se estampó contra el suelo, momento aprovechado por el médico para colocar en su sitio la mandíbula.
De todos modos hay que tener en cuenta que si bien en situaciones deseperadas podría tener cierta utilidad este tratamiento no dejaba de entrañar cierto peligro, al fin y al cabo la nicotina es un veneno potente. No había manera de medir la dosis terapéutica apropiada y, una vez que se introducía el humo, no había manera de sacarlo en caso de que el paciente presentase una reacción adversa. Hubo algunos muertos a causa de un exceso de humo.
Para evitar todo esto Jürgen Thorvald en El siglo de los cirujanos señalaba cómo algunos profesionales evitaban dicho riesgo mediante el sencillo método de introducir un cigarro de consistencia firme en el recto del paciente (lo que viene a ser un puro en el culo), con lo cual evitan el humo y tenían la ventaja de poder interrumpir el tratamiento rápidamente en caso de necesidad.
Lo que vengo anunaciando hace tiempo : Isra está como una chota.
ResponderEliminarNo obstante, el método que describes lo aplicaría gustoso a una colección de brujas que circulan por las Españas y que siempre van encabezadas por la Mary Tere.
Pues no seré yo quien te lleve la contraria Tella, eso sí, a lo de las brujas me apunto, pero me niego a verle el culo (perdón, ésa no tiene de eso) a Tere, eso se la dejamos a Bwana, jajajajajajaja.
ResponderEliminarJoder Isra, que atesoras arcanos, perversos y raros saberes!
ResponderEliminarEn cuanto a la propuesta del Sr. Tellagorri, nada de nada que a esas les gusta y piden más.
Ya sabes Aspirante que todo conocimiento, por absurdo e innecesario que sea, nos enriquece, jeje.
ResponderEliminarY probablemente lleves razón, después de tanto tiempo sin "pillar" como les demos con algo no lo sueltan.
Isra, tengo que aplaudirte hasta con las orejas. El Aspirante busca la sabiduría y conocimientos que le enriquezcan, por eso te sigo, que siempre aprendo algo nuevo. Pero tales cotas de perversidad no alcanza mi pobre intelecto, así que no me queda más remedio que ser el Aspirante.
ResponderEliminarAspirante, ya sabes lo que te recomendó Tella, deberías cambiar el nick, si con tus conocimientos te pones Aspirante con los nuestros tendríamos que llamarnos Presidente del Gobierno, y ese nick ya está cogido...
ResponderEliminarMe agradaría más que os hiciérais llamar Presidente de la República Española (que de momento no está pillado), porque compartir nick con ZP es ofensivo para uno mismo.
ResponderEliminarNi con mil duchas se le quitaría a uno el pringue.
Joder qué asco!
Como decía Mike Hammer ¡tomaré nota!
ResponderEliminarSi tu aspiración de ASPIRANTE es igualar a Isra en PERVERSIÓN y afán de enloquecer a sus amigos y leyentes, en tal caso te va bien el nick.
ResponderEliminarAunque debieras o debieses de ponerle un añadido. Y ese dejo a tu criterio.
Habrá que preguntarle a Zerolo si ha probado ese tratamiento como desenganche para dejar de fumar.
ResponderEliminarRespecto a su comentario al idem de don Tella, haga el favor de no relacionarme con esa "sujeta"; es el anafrodisíaco más potente que conozco.
Y qué...???, lo comprobaste...???, lo de la obstrucción intestinal da resultado...???.
ResponderEliminarEso es que lo llevo fatal, fatal y bueno..., ya sabes..., de tí me fío..., de otro no!!!.
Eres tremendo!.
Un abracito!!!.
Vamos por el buen camino Tella
ResponderEliminarBwana, le pido mil disculpas, reconozco que ha sido muy duro.
ResponderEliminarMe temo que Zerolo utiliza el método para dejar de fumar, para dormir bien, para las migrañas, para la tos, para las manchas de vino en la ropa...
Lola, me temo que no voy a poder darte uinformación de primera mano, el médico me tiene tajantemente prohibido hablar del culo y alrededores.
ResponderEliminarSi te sirve me han contado que un método eficacísimo (obviando el de hoy lógicamente) es contemplar la sonrisa recien levantada de nuestra querida Vicepresidenta de la Vogue, ha habido casos (numerosos y documentados) en lo que se ha tenido que recurrir, hasta la llegada de la asistencia médica oportuna, a la colocación de corchos en salva sea la parte para evitar males mayores.
Ehhhhhhhhhhh...............................
ResponderEliminarY según la intensidad de la enfermedad se aumentaba exponencialmente el tamaño del puro...espera...¿por que estoy pensando en meter cosas por orificios poco apropiados?
Pon, me preocupas, y como puedes suponer voy a contestar a tu pregunta retórica:
ResponderEliminaro bien Zerolo te ha abducido al lado oscuro (oscuro y pequeñito, pero él te lo hará más grande)
o bien estás desatado, depravado y despendolado con las fallas... joder, que fiestas bakala me pegaba yo por aquellas tierras, y esas paellitas.
(espero que sea la segunda)
Hay que ver lo que ha avanzado la medicina.
ResponderEliminarPor suerte para nuestros orificios más delicados Mamuma
ResponderEliminarNo he estado nunca en las fallas fijate tu por donde jajaja
ResponderEliminarQue las hogueras en Alicante caen mucho mejor a finales de Junio, no en Marzo...estoy valencianos estan locos...
Así que eres de saltar y quemarte en las hogueras de San Juan... no esta mal, así le apagas los fuegos uterinos a las damiselas que salten la hoguera.
ResponderEliminarY nada más acertado que lo de valencianos = locos