Y es que cuando la escuché no pude parar de llorar por ellos, estoy desde entonces compungido, consternado, pesaroso... la vida, a veces, trata injustamente a la gente. Por lo visto ayer al mediodía unos valerosos y aguerridos deportistas osaron jugar a eso llamado júrgol (creo que eran del Atlético de Madrid y el Osasuna), y es que eso no se puede, ese calvario no se lo deseo yo ni a los peores asesinos, alguien debería tomar cartas en el asunto y evitar que tal atrocidad vuelva a cometerse. Por lo visto correr detrás de un balón a treinta y pico grados a alguien le parece un suplicio tolerable. Unámonos todos en la defensa de esos "probes" sufridores y exijamos que acaben ya con esa tortura llamada liga de júrgol.