O "cheuf d'ouvre" que gusta decir a los franceses. Que lo que echan en la tele es un poco... detritus, mierda, basura, bazofia, no lo discute nadie, salvo honrosas excepciones (Sálvame, Sálvame de luxe, Sálvame especial fin de semana, Sálvame, los momentos más sucios o Sálvame despelota a sus colaboradores). De un tiempo a esta parte ni concursos, ni programas de variedades ni noticias, los que vemos algo de tele nos tuvimos que refugiar hace años en el cable y dedicarnos a las series, magníficas por cierto, Homeland, Dexter, The Good wife, Boston legal, Sobrenatural, Life, Chuck, etc, etc, etc), pues bien, hay una serie por encima de toda estas, una joya, Fringe, y dentro de esa joya la obra de arte antes mencionada. No es necesario haber visto todo lo anterior para seguir el episodio, es el capítulo 18 de la segunda temporada, Tulipán blanco (White Tulip), y el otro día trasteando por los discos duros lo vi y lo disfruté otra vez. Ya saben... ...