Y de nuevo estamos aquí, aunque no excesivamente contento, se dice, se comenta, se rumorea que el éxito de estos debates tienen que ver con la presencia en ellos de mis primas...evidente, digo yo. Son ellas las que plantean las inteligentes preguntas, son ellas las que ponen el dedo en la llaga y son ellas, en última instancia, las que tienen que devanarse los sesos todas las semanas para traer aquí un tema de actualidad. Esta semana había dónde escoger, la llegada del horrible verano en breve, la marcha de una primavera loca, la proximidad en unos meses del otoño y, sobre todo, que no queda na pa las navidades. Ay, las navidades, con esos turrones sin azúcar, sin almendras, sin calorías... sin alma, lo que viene a ser una puta mierda de turrones. Reivindico ese turrón duro que acaba con las dentaduras más curtidas, ese turrón blando que se deshace y te gotea durante meses, esos piñones anacrónicos que ya no te pone ni tu abuela, esa fruta escarchada que tenía una textura similar...