Me ha gustado esta frase que dejó Marc Vidal en el blog de Roberto Centeno, y que resume claramente el sentimiento que muchos de nosotros tenemos hacia Bambi:
“No pienso descansar hasta que los que han arruinado el futuro de mis hijos (y de mis familiares, de mis amigos y de mi Patria añado) paguen por ello”.
Bueno vale, el post de hoy no ha requerido gran esfuerzo, lo reconozco, así que para rellenar metemos la carta de la niña de Rajoy encantada con las nuevas tecnologías en los colegios españoles (publicado en El Manifiesto el pasado 12 de febrero):
Hola a todos:
Me llamo Marta y soy alumna de 5º de primaria. La semana pasada nos trajeron un montón de ordenadores, para todos menos para el profe. Nos pusimos muy contentos porque pensamos que también nos pondrían aire acondicionado en verano (nos morimos de calor) y traerían una pizarra nueva, sin reflejos y en la que se pueda escribir sin que la tiza resbale, sillas y mesas nuevas adecuadas a nuestra estatura, estanterías y una taquilla para nuestras cosas. Pero no, sólo trajeron ordenadores. Y sin lupa, porque son muy pequeños, pero eso da igual.
Por lo menos nos lo han regalado enterito, porque mi primo de Ripollet dice que mis tíos han tenido que pagar la mitad del portátil, por eso de ser catalanes. Esto no lo entiendo muy bien.
El primer día no hicimos nada con ellos porque tiene un sistema que es diferente al que tenemos en casa, un tal Linux, y que el maestro no conoce.
En realidad no sabe nada de informática. Dijo que ya miraría algo, pero María, otra empollona, le contestó que ella podía enseñarle, pues en su casa tiene un ordenador y sabe manejarlo. Todos nos reímos, pero el maestro no.
El maestro también dijo que eran para nosotros y que nos los podíamos llevar a casa. Yo cogí el mío y lo guardé en la mochila, pero a mi amiga Mati se le cayó y se le rompió todo —el maestro le hizo una foto—. A Luis se lo robaron unos gamberros mientras volvía a casa y a Santi se lo rompió Mateo, el niño que nos pega a todos.
En clase los que más usan el ordenador son Toni y Andrés. Son dos niños un poco retrasados y que antes sólo molestaban. Ahora con el portátil les ponen una película de dibujos y están más callados.
Ayer nos explicaron cómo sacar información de Internet y nos mandaron deberes para buscar en casa. Mi papá, que ahora no trabaja, dice que no tenemos dinero para Internet, por eso no he podido hacer los deberes esta semana y ya me han regañado en el cole. Por eso, además de los libros y cuadernos, también cargo con el ordenador. Ahora ya no uso mochila, sino el troler de mamá de cuando podíamos ir de finde o de viaje.
A mi hermano mayor en el insti también le van a dar uno y él está muy contento pues dice que podrá colgar fotos y chatear con las chicas.
También me ha dicho que, a partir de ahora, no tendrá que fijarse en las faltas de ortografía, pues el ordenador las corrige automáticamente.
Es maravilloso, también, porque antes las clases eran pesadas y largas y ahora duran 10 minutos o menos. A muchos compañeros no les funciona; a otros les tarda tanto en ponerse en marcha que para cuando lo consigue suena el timbre de salida.
Y sin olvidar que los electricistas nos dejaron tres días en el patio poniendo enchufes porque la batería no dura nada y nos hacemos un lío de cables en la clase que podemos jugar a enredos.
Como las cosas que trae el maestro no se pueden abrir, dice que pondrá las notas según le demos más o menos la lata y según el tiempo que tardemos en abrir el invento.
Se acabó estudiar, la calculadora y las reglas. Y sacar punta, tener buena letra y tener un cuaderno de diez. Es fantástico. Pobrecillos los que aún están en 4º porque los veo muy estresados.
Yo me paso la mañana con el Google Earth. Ya me lo sé de memoria y no tengo otra cosa que hacer.
En matemáticas, es lo mejor: sólo tienes que elegir entre tres respuestas y además te dan otras tres oportunidades. Y si en lengua no te sale algo, lo buscas en Internet y ya está.
Finalmente todos sacaremos sobresaliente porque leer ya sabemos, pero vamos a aprender a comprender. El maestro dice que es una competencia básica.
Es genial.
Marta
Un amigo por una afirmación parecida, pero en este caso refiriéndose al Gorila Rojo, esta perseguido por las leyes chavistas allá en Venezuela.
ResponderEliminarEs triste que lo que debiera ser una ventaja en la época informática se este convirtiendo en un peso mayor por culpa de la mala utilización que se hace de las autoridades gubernamentales y educativas. Al final los ordenadores en las aulas servirán para subir más rápidamente las agresiones al youtube. Y para leer que en los países comunistas no existe ni el hambre ni el paro. En fin... que no se diga que no estoy de buen humor.
Ya sabes, la libertad de expresión en un país que no es una dictadura, según comentan los de siempre.
ResponderEliminarLo de los ordenadores es increíble, empiezan la casa por el tejado, no saben ni leer ni escribir y se gastan el dinero en algo que no van a saber utilizar.
Me imagino que "caparán" el acceso a internet no vaya a ser que unos ignorantes descubran la gran mentira
Nada, que el Javier galego y tú sois unos retrógados. No habeís comprendido que sabiendo utilizar una máquina que no les sirve de nada no terminan de aprender nada de nada y así es como los señores feudales gustaban de tener a sus gentíos.
ResponderEliminarIgnorantes totales y a darles órdenes de trabajar más o de coger la azada e irse a la Cruzadas.
pues ya ves Tella, es lo que pasa cuando usas esas cosas que tienen hojas y letras, eso que se compra a juego con el color de los sillones.... joder, no recuerdo ahora el nombre, ah ya, libros.
ResponderEliminarPero sin leerlos, que te meten en la cárcel.
A edades tean tempranas no veo muy clara su utilidad, pero cuando cojo la mochila de mi hijo juro en siete idiomas y creo que estoy cogiendo pesas.
ResponderEliminarAspirante, habría que ver realmente cuantos ordenadores se pusieron realmente.
ResponderEliminarEn cuanto a lo de la mochilas... es un misterio, nosotros llevábamos un par de libros y un cuaderno y sabíamos mucho más.
Será la teoría de la proporcionalidad inversa (y le pido a Vd. disculpas si me acabo de inventar el palabro, pero SUENA TAN BIEN)
¡Vaya panorama! Me apunto al contenido de la frase de Marc Vidal
ResponderEliminarA las armas, Bwana, a las armas
ResponderEliminarMuy instructivo el relato...Y es que la tecnología mal empleada solo puede llevarnos a un desastre mayor.
ResponderEliminarMás que buenos ordenadores se necesita sensatez y unos buenos profesores.
Tan sencillo como eso Dadaista, y sobre todo e imprescindible, que el profesor sepa, del tema y explicarlo y hay muchísimos profesores que no saben ni encender un ordenador.
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