Estaba preparando el post de hoy cuando, como todos los días, ha entrado mi hija al despacho después de darse su relajante baño y hemos procedido con la rutina de antes de la cena, bailar juntos, primero Elvis, que no falte, y la canción preferida de su amigo, Viva Las Vegas.
Hasta aquí todo correcto, la niña apunta maneras en cuanto a gusto musical, pero desde hace un par de meses aproximadamente hemos descubierto que disfrutamos y compartimos pasión por este temazo que salía en este discazo*, pincha y disfruta, nosotros lo hacemos todas las tardes.
* los que hayáis tenido o visto este disco recordaréis la foto interior que causó enorme revuelo en su época...
Y ahora vamos con el post...
Publicado el 31 de marzo de 2010 en El manifiesto (vale, la solución al final del artículo)
JÓVENES, AÚN MÁS DESNORTADOS QUE SUS PADRES
Son casi las nueve de la noche y acabo de salir del supermercado. En la puerta de entrada hay un grupo de jóvenes, de alrededor de veinte años, esperando los restos de comida caducados y excedentes. Están sentados en la acera, con la cabeza inclinada hacia abajo y algunos disimulan para que no les veamos la cara. Se sienten avergonzados. Están en la plenitud de la vida y mendigan, de la manera más digna posible, algo para cenar.
Me duele esa situación. Probablemente están en paro y también muy probablemente son hijos de familias desestructuradas, o quizás no. A estos chicos les han matado el espíritu, el sentimiento de pertenencia y el coraje vital. Son hijos de un mundo feliz repleto de bondades. Todas las leyes que se promulgan están dirigidas a anestesiarlos hasta la parálisis. El adoctrinamiento racional y la pedagogía de la anodina sensatez pretenden que estudien y se civilicen hasta que no les quede una gota de espontaneidad vivencial ni intelectual.
No pertenecen a ningún lugar, no tienen referentes ni héroes, tienen que domesticar la testosterona a base de porros, y tienen que tener mucho cuidado de no actuar fuera de lo esperable que es, sencillamente, que no actúen, a no ser que lo hagan en una ONG o como monitores de niños amantes del campo.
Muchos jóvenes se quedan en su habitación durante horas, se acuestan tarde y se levantan tarde también, y los padres se desesperan, culpándose de la situación. No saben que la sociedad que hemos creado les ha vaciado, no tienen ni alma, ni fe, ni esperanza, no hay estructura psíquica que les sostenga, ni grupo al que vincularse, a no ser que sea de clones que tampoco saben dónde van ni dónde están.
Estudian y estudian, licenciaturas, postgrados, doctorados… y se quedan en el paro u obtienen sueldos precarios, muchas veces de profesiones que no tienen nada que ver con su formación.
Sus mayores, sus adultos, llevan años eligiendo gobernantes que viven en un mundo de vanidades, de sueños fantasmagóricos y de despilfarro ruinoso. Gente que construye la realidad a la carta, machacando y sacrificando a los más fuertes en aras de una imbecilidad social que nos conduce a la desaparición colectiva.
Se les obliga a que tengan conciencia de todo hasta anularlos, se les obliga a que entiendan y se sometan al criterio de los que mandan, a que renuncien a su nación, a su capacidad de prosperar y a su ímpetu creativo. Y ¿todo ello para qué? Para que en su nombre, en beneficio de ellos, se actúe desde la máxima impunidad, normalmente gastando sin control, para construirles un futuro esplendido. -Y evidentemente las petardas y petardos del régimen se apuntarán a cualquier campaña o cancioncilla de solidaridad para narcotizarlos en la creencia de que están colaborando a que crear un planeta mejor-.
Perdemos competitividad, identidad, solidaridad y presencia internacional. Guiados por la razón, la de los pusilánimes, vamos todos como piaras de cerdos hasta el borde del barranco. Pero la razón no puede, todavía, con el cerebelo, y nos vamos mermando a modo de neuróticos en permanente conflicto, mientras otros crecen y crecen, y se hacen fuertes.
Sigamos machacando a nuestros jóvenes, dejémosles sin aliento y grabemos en sus mentes el “buenismo” bobalicón, y desfilemos como hermanos alegres hacia la autodestrucción colectiva.
Damián Ruiz
solución al enigma de ayer - pero criaturas de dios, cómo os lo voy a decir con lo fácil que era...
Hasta aquí todo correcto, la niña apunta maneras en cuanto a gusto musical, pero desde hace un par de meses aproximadamente hemos descubierto que disfrutamos y compartimos pasión por este temazo que salía en este discazo*, pincha y disfruta, nosotros lo hacemos todas las tardes.
* los que hayáis tenido o visto este disco recordaréis la foto interior que causó enorme revuelo en su época...
Y ahora vamos con el post...
Publicado el 31 de marzo de 2010 en El manifiesto (vale, la solución al final del artículo)
JÓVENES, AÚN MÁS DESNORTADOS QUE SUS PADRES
Son casi las nueve de la noche y acabo de salir del supermercado. En la puerta de entrada hay un grupo de jóvenes, de alrededor de veinte años, esperando los restos de comida caducados y excedentes. Están sentados en la acera, con la cabeza inclinada hacia abajo y algunos disimulan para que no les veamos la cara. Se sienten avergonzados. Están en la plenitud de la vida y mendigan, de la manera más digna posible, algo para cenar.
Me duele esa situación. Probablemente están en paro y también muy probablemente son hijos de familias desestructuradas, o quizás no. A estos chicos les han matado el espíritu, el sentimiento de pertenencia y el coraje vital. Son hijos de un mundo feliz repleto de bondades. Todas las leyes que se promulgan están dirigidas a anestesiarlos hasta la parálisis. El adoctrinamiento racional y la pedagogía de la anodina sensatez pretenden que estudien y se civilicen hasta que no les quede una gota de espontaneidad vivencial ni intelectual.
No pertenecen a ningún lugar, no tienen referentes ni héroes, tienen que domesticar la testosterona a base de porros, y tienen que tener mucho cuidado de no actuar fuera de lo esperable que es, sencillamente, que no actúen, a no ser que lo hagan en una ONG o como monitores de niños amantes del campo.
Muchos jóvenes se quedan en su habitación durante horas, se acuestan tarde y se levantan tarde también, y los padres se desesperan, culpándose de la situación. No saben que la sociedad que hemos creado les ha vaciado, no tienen ni alma, ni fe, ni esperanza, no hay estructura psíquica que les sostenga, ni grupo al que vincularse, a no ser que sea de clones que tampoco saben dónde van ni dónde están.
Estudian y estudian, licenciaturas, postgrados, doctorados… y se quedan en el paro u obtienen sueldos precarios, muchas veces de profesiones que no tienen nada que ver con su formación.
Sus mayores, sus adultos, llevan años eligiendo gobernantes que viven en un mundo de vanidades, de sueños fantasmagóricos y de despilfarro ruinoso. Gente que construye la realidad a la carta, machacando y sacrificando a los más fuertes en aras de una imbecilidad social que nos conduce a la desaparición colectiva.
Se les obliga a que tengan conciencia de todo hasta anularlos, se les obliga a que entiendan y se sometan al criterio de los que mandan, a que renuncien a su nación, a su capacidad de prosperar y a su ímpetu creativo. Y ¿todo ello para qué? Para que en su nombre, en beneficio de ellos, se actúe desde la máxima impunidad, normalmente gastando sin control, para construirles un futuro esplendido. -Y evidentemente las petardas y petardos del régimen se apuntarán a cualquier campaña o cancioncilla de solidaridad para narcotizarlos en la creencia de que están colaborando a que crear un planeta mejor-.
Perdemos competitividad, identidad, solidaridad y presencia internacional. Guiados por la razón, la de los pusilánimes, vamos todos como piaras de cerdos hasta el borde del barranco. Pero la razón no puede, todavía, con el cerebelo, y nos vamos mermando a modo de neuróticos en permanente conflicto, mientras otros crecen y crecen, y se hacen fuertes.
Sigamos machacando a nuestros jóvenes, dejémosles sin aliento y grabemos en sus mentes el “buenismo” bobalicón, y desfilemos como hermanos alegres hacia la autodestrucción colectiva.
Damián Ruiz
solución al enigma de ayer - pero criaturas de dios, cómo os lo voy a decir con lo fácil que era...
PLAS,PLAS, PLAS, PLAS, a tí y al DAMIÁN ese que ha escrito la radiografía fotográfica de esta juventud de la Era Zapatero y sus compinches maricones.
ResponderEliminarPobre juventud actual. Para colmo, muchos de ellos hna obtenido licenciaturas universitarias totalmente obsoletas por inducción del ambiente del entorno.
En este país, ahorita mismo, entre ese gentío de chavales de 25 a 40 años, el más cuerdo y realista sería, sin duda alguna, Don ALONSO QUIJANO, de los Quijanos de toda la vida de un lugar de la Mancha de cuyo nombre no me acuerdo o no quiero recordar.
OTROSÍ más digo, que a pesar de tus extravagancias y dandysmos de hombre brilante, eres un completo TRAMPOSO.
ResponderEliminarNos has engañado, con la solución del enigma último, cual truhán carnavalero de feria medieval.
Espero que la Maharaní y Elena te canten unas saetas.
Otro temazo para tu hija.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=-mj7LHNa41c&feature=fvw
That´s Rock´n Roll.
¡Ay!, en cuanto a la música...está bien para bailar un rato con tu hija, yo también bailaba (y bailo) cualquier cosa en plan pachanga con mis hijos, pero es que la música de la "movida"...como que no me sedujo.
ResponderEliminarEn cuanto al artículo, está bastante bien pero digo yo que algo podrán hacer los jóvenes ¿no?, no sé, moverse, tener ilusiones, emprender, arriesgarse...
Y con la resolución de los enigmas sólo vas a conseguir que no nos quebremos la cabeza más, total, al final no nos dices la solución. De todas maneras creo que yo llevaba razón y el color era el blanco.
Te propongo un acertijo:
Si aciertas lo que tengo entre manos, te regalo los cascarones.
Jajajajajainssssss...que me desorino toa jajajja.
uuh, uuuh nenaa, quiero ser una rock and roll star...etc, etc...ah, qué tiempos aquellos...hoy me ha deprimido un poco tu post, sé que en gran parte es así, pero coexiste con otros jóvenes, con ganas de trabajar y menos resignados que esos que se describen, y yo conozco algunos y me hace mantener la esperanza de que "hay relevo" en ciertas cuestiones...de todos modos, rezaré por ello, porque es verdad que la educación que padecemos propicia merluzos acríticos y analfabetos funcionales que son lo que les conviene que haya a quien yo me sé...( cómo tenían los ojos, leñe!...)
ResponderEliminarHan logrado crear una juventud acrítica, acomodaticia, resignada y en muchos casos descerebrada y oilíticamente correcta.
ResponderEliminarFeo futuro.
Sin espeto por la autoridad y sin educación ni modales Aspirante.
ResponderEliminarNegro, pero que muy negro futuro