Pues sí, y en el colegio de mi hija dan buen fe de ello. Por segundo año consecutivo se han pasado por el forro de las pelotas el día del padre y lo han obviado como el que esconde una gran vergüenza, ni se han molestado en explicarse y/o justificarse, pa qué. Vuelven a ganar los tontos y es que ya sabemos lo que dijo Anatole France "... un necio es mucho más funesto que un malvado, porque el malvado descansa algunas veces, el necio jamás..." ¿La culpa es de la recomendación desde la Comunidad de Madrid? ¿del consejo escolar? ¿del director?, tengo mis dudas con respecto a este último, salvo que esté dispuesto a colocarse él solito en la picota en esta estúpida corrección política que nos asola. ¿La excusa para no celebrar ni el día del padre ni de la madre?, pues hijo, lo que ha habido siempre : huerfanitos e hijos de divorciados (como en mi época vamos, generación del 71) y lo que hay de nuevo : familias monoparentales, dos padres maricones, dos madres feminazis, famil...
Tengo duda sobre si serán marrones o verdes.
ResponderEliminarLa lógica pitagoriana no habla de ello, a pesar de que se instruyó, el Pitágoras, en una Alta Escuela de Elites de Egipto.
Ante eso, se me ha ocurrido que depende de dónde es ese autobús, y deduzco por las cuantías de personas que suben y bajan (19 ó 6)que forzosamente tiene que ser de los aledaños de Madrid.
Y he aquí que Protágoras el Aneximeno preveía que las sumas y restas de cifras deben de conducir a un sólo número. Hecho lo cual, resulta que el número resultante es OCHO.
Acabáramos. Ocho es el prefijo telefónico de Alcalá de Henares de cuando vivía Primo de Rivera. Y Alcalá tiene un río que lleva agua verde bajo sus puentes, y que se caracteriza por una sustancia química que contiene y que produce en algunos habitantes modificaciones genéticas importantes, por ejemplo sus aficiones a las fases lunares o su tendencia a usar lentillas verdes.
Consecuencia, ese chofer está claro que aunque haya nacido en Minessota, bebe agua del lugar y tiene una irresistible manía de ponerse lentillas verdes.
El color de mis ojos es de un marrón muy oscuro, casi negro, diabólico, dicen.
ResponderEliminarPero supongo que te interesarán más los de las féminas.
Por cierto, soy heterosexual, no tienes nada que hacer.
Coincido con Tellagorri en lo dudoso de la respuesta.
ResponderEliminarLa clave está en los 19 viajeros que aparecen de repente: eso quiere decir que dependiendo del día, de la luz y de lo que haya llovido, son verdes marronáceos o marrones verdosos.
Son blancos, porque el conductor está hasta el moño de bajar y subir gente, y en un gesto de "jartón" ha vuelto los ojos dejando ver sólo el blanco.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sorprendido dejado me has Tella, no sólo has dado la respuesta correcta sino que has descubierto los poderes telúricos del ocho.
ResponderEliminarMis más sinceras felicitaciones
Dams, veo que compartimos algo más que comentarios, y en cuanto a tu suposición me interesan más mis primas, no tanto sus ojos, al fin y al cabo donde suelo fijarme no están muy a la vista.
ResponderEliminarEfectivamente mahārānī, por distinto camino has llegado al mismo sitito que Tella; 19, 9-1=8, y efectivamente, ese color es la clave de todo, y cuando digo todo es todo.
ResponderEliminarHostia Elena, que mal rollo al imaginarme al conductor con los ojos en blanco.. me he tirado del bus en marcha.
ResponderEliminarUn beso.