Pues aquí estamos de nuevo, y no diré que no me lo he buscado yo. El caso es que Tella me propuso la foto 16, y aunque hubo otras peticiones, el hecho de estar disfrutando de mi princesa todos estos días no me ha permitido centrarme más que en una foto, y eso que la mía era fácil.
Pasen y lean (y pasen y lean los blogs de Tella, Bwana, Aspirante, Javi Pol, Dadaista, Dams y Carolvs, no se arrepentirán).
Jamás pensé que pasaría, el que iba a ser el día más importante de mi vida estaba a punto de venirse abajo. El escándalo está servido, mi carrera acabada y mi vida como reina del mambo ni siquiera empezará.
Pero para entenderlo todo, será mejor que retrocedamos un poco en el tiempo.
23 de marzo de 1980, mi padre no podía estar más contento, por fin tendría ese hijo con el que tanto había soñado, y lo más importante, podría continuar la saga familiar que tantos éxitos había dado a la historia de la ciencia.
Mi abuelo fue el primer occidental que consiguió pintar un pedo de 7 colores, aunque hay constancia de que tribus amazónicas los habían logrado policromar, no pasaron de la sencilla combinación de 3 colores. Un hermano putativo de mi abuelo (nuca supe qué demonios significaba eso) había conseguido, no sin fracturarse antes varias decenas de huesos de su cuerpo, lavarse los pies en una botella.
Cuentan que la fama se le subió a la cabeza y pereció al intentar hacerlo en una botella de agua con gas. Ya sabemos que los neones de la fama pueden terminar pasando factura a cabezas poco amuebladas, y en esa época todavía no habían inventado ese sacapasta del IKEA.
Estaba claro con estos antecedentes que mi futuro, más o menos, estaba escrito, aunque me imagino que con numerosas faltas de hortografía, sólo así se explica, en parte, cómo pudo cambiar la historia.
Desde edad muy temprana, en el colegio, daba muestras de ser una persona con una inteligencia limitada, y lo único que oía por parte de mis profesores era "que lástima de chico, va de cabeza a la política". Pero yo me negaba, no podría soportar esa lacra en mi familia, antes prefiero que te pongan el culo como un bebedero de patos en el parque del oeste, llegó a espetarme mi padre.
No sé en que momento fue pero tuve una visión, un ser asexuado, tremendamente desagradable a la vista, con aspecto de oler francamente mal y de poseer uno de los alientos más fétidos del mundo, la vi y supe que sería mi inspiración. Un ser que no habría salido de su jaula en el circo donde la exhibiesen como ese ser amorfo que era, triunfaba y era agasajada en todos los medios de comunicación y considerada, inclusive, una ministrable.
No tardé en contactar con la organización criminal que daba cobertura y protección a ese ser, una vez ganada la confianza de las encargadas de seleccionar a las nuevas candidatas me fue fácil progresar. Se habían constituido en un lobby importantísimo ya que su jefe era "ista ista ista...po zí, feminista" y hacía todo lo posible por borrar el rastro varonil de toda actividad pública o privada. Para evitar suspicacias y recelos tomé clases de amaneramiento y metrosexualismo, pasando en cuestión de semanas de ser el prototipo de heterosexual a una verdadera mariconaza loca loca loca. Eso y alabar el depilado de ingles del gran Maestre Zerolo me abrió las puertas del búnker.
A partir de ahí fue sencillo, no era necesario demostrar ningún tipo de cualidad especial, la simple falta de escrúpulos o ideas propias era suficiente, si a eso le acompañabas un par de proclamas anti capitalistas tenías despacho seguro.
Ahora me acordaba de todos aquellos que me daban por acabado y pensaban que sólo sería capaz de prosperar en política, habían acertado los muy cabrones, pero con un pequeño matiz, lo haría por la puerta grande, con dos cojones. Y precisamente estos últimos eran los que impedían alcanzar la gloria. Todo se había radicalizado y ahora no bastaba con no tener cojones (metafóricamente hablando) como el líder, hacía falta una lideresa que careciese de esa parte tan desagradable de la anatomía del hombre.
Fue cuando me acordé de aquél doctor que tan gloriosas mañanas me hizo pasar escuchando la radio, el Dr. Gorroño. Había ido a la misma facultad que mi tío, otro hombre de ciencia conocido en el mundo entero por resucitar una momia y hacerla portavoz de un gobierno. Al comentarle lo que quería hacer se alegró mucho, iba a ser la primera vez que podría practicar una nueva cirugía alternativa que había perfeccionado en Argentina en los años 70 con un tal Mengele.
Quizás ese nombre pueda inducir a pensar que se trataba de un método doloroso, para nada, no era cirugía intrusiva y no hacía falta hospitalización, básicamente consistía en colocarse en posición vertical con las piernas abiertas en una habitación insonorizada (para que no se escuchase cuando te cagabas en la puta madre del enano... había niños pequeños cerca y no querían que fuésemos una mala influencia para ellos).
El enano respondía al nombre de Polito, era un enano exótico, gustaba de calzar botas camperas rojas y andar tal y como dios lo trajo al mundo, negro, perdón, desnudo y negro. Le ponían un casco con pedrería y, tras someterle a vilipendio y sodomía durante un par de minutos, de una forma grácil, majestuosa y asombrosamente veloz para esas patitas tan cortas, se abalanzaba contra tus pelotas de tal modo que, tras aplicar un efecto de cuenco absorbente, te las metía por el culo. Lo bueno de la operación es que era reversible, es decir, luego le podías dar tú una patada en las pelotas al enano cabrón.
En definitiva, que me disperso, una vez eliminado esa problema que venía "colgando" desde hacía mucho tiempo, tenía el camino expedito para acceder al poder absoluto.
Y en ese momento llegamos a la coronación como presidenta del gobierno, la puta momia no se fiaba de mí, y antes de la coronación quiso comprobar que mi hucha estaba intacta, la noche anterior anduve algo descompuesto y me acordé de mi abuelo, quizá no fuese de 7 colores pero seguro que si era de 700 decibelios, y las pelotas volvieron a lucir en todo su esplendor.
Toda una vida dedicada a la nada más absoluta, persiguiendo únicamente vivir del cuento, se vendría abajo por una simple cuestión de pelotas.
¿moraleja? si tienes pelotas la política te estará vetada, al menos ENESTEPAÍS.
Pasen y lean (y pasen y lean los blogs de Tella, Bwana, Aspirante, Javi Pol, Dadaista, Dams y Carolvs, no se arrepentirán).
Jamás pensé que pasaría, el que iba a ser el día más importante de mi vida estaba a punto de venirse abajo. El escándalo está servido, mi carrera acabada y mi vida como reina del mambo ni siquiera empezará.
Pero para entenderlo todo, será mejor que retrocedamos un poco en el tiempo.
23 de marzo de 1980, mi padre no podía estar más contento, por fin tendría ese hijo con el que tanto había soñado, y lo más importante, podría continuar la saga familiar que tantos éxitos había dado a la historia de la ciencia.
Mi abuelo fue el primer occidental que consiguió pintar un pedo de 7 colores, aunque hay constancia de que tribus amazónicas los habían logrado policromar, no pasaron de la sencilla combinación de 3 colores. Un hermano putativo de mi abuelo (nuca supe qué demonios significaba eso) había conseguido, no sin fracturarse antes varias decenas de huesos de su cuerpo, lavarse los pies en una botella.
Cuentan que la fama se le subió a la cabeza y pereció al intentar hacerlo en una botella de agua con gas. Ya sabemos que los neones de la fama pueden terminar pasando factura a cabezas poco amuebladas, y en esa época todavía no habían inventado ese sacapasta del IKEA.
Estaba claro con estos antecedentes que mi futuro, más o menos, estaba escrito, aunque me imagino que con numerosas faltas de hortografía, sólo así se explica, en parte, cómo pudo cambiar la historia.
Desde edad muy temprana, en el colegio, daba muestras de ser una persona con una inteligencia limitada, y lo único que oía por parte de mis profesores era "que lástima de chico, va de cabeza a la política". Pero yo me negaba, no podría soportar esa lacra en mi familia, antes prefiero que te pongan el culo como un bebedero de patos en el parque del oeste, llegó a espetarme mi padre.
No sé en que momento fue pero tuve una visión, un ser asexuado, tremendamente desagradable a la vista, con aspecto de oler francamente mal y de poseer uno de los alientos más fétidos del mundo, la vi y supe que sería mi inspiración. Un ser que no habría salido de su jaula en el circo donde la exhibiesen como ese ser amorfo que era, triunfaba y era agasajada en todos los medios de comunicación y considerada, inclusive, una ministrable.
No tardé en contactar con la organización criminal que daba cobertura y protección a ese ser, una vez ganada la confianza de las encargadas de seleccionar a las nuevas candidatas me fue fácil progresar. Se habían constituido en un lobby importantísimo ya que su jefe era "ista ista ista...po zí, feminista" y hacía todo lo posible por borrar el rastro varonil de toda actividad pública o privada. Para evitar suspicacias y recelos tomé clases de amaneramiento y metrosexualismo, pasando en cuestión de semanas de ser el prototipo de heterosexual a una verdadera mariconaza loca loca loca. Eso y alabar el depilado de ingles del gran Maestre Zerolo me abrió las puertas del búnker.
A partir de ahí fue sencillo, no era necesario demostrar ningún tipo de cualidad especial, la simple falta de escrúpulos o ideas propias era suficiente, si a eso le acompañabas un par de proclamas anti capitalistas tenías despacho seguro.
Ahora me acordaba de todos aquellos que me daban por acabado y pensaban que sólo sería capaz de prosperar en política, habían acertado los muy cabrones, pero con un pequeño matiz, lo haría por la puerta grande, con dos cojones. Y precisamente estos últimos eran los que impedían alcanzar la gloria. Todo se había radicalizado y ahora no bastaba con no tener cojones (metafóricamente hablando) como el líder, hacía falta una lideresa que careciese de esa parte tan desagradable de la anatomía del hombre.
Fue cuando me acordé de aquél doctor que tan gloriosas mañanas me hizo pasar escuchando la radio, el Dr. Gorroño. Había ido a la misma facultad que mi tío, otro hombre de ciencia conocido en el mundo entero por resucitar una momia y hacerla portavoz de un gobierno. Al comentarle lo que quería hacer se alegró mucho, iba a ser la primera vez que podría practicar una nueva cirugía alternativa que había perfeccionado en Argentina en los años 70 con un tal Mengele.
Quizás ese nombre pueda inducir a pensar que se trataba de un método doloroso, para nada, no era cirugía intrusiva y no hacía falta hospitalización, básicamente consistía en colocarse en posición vertical con las piernas abiertas en una habitación insonorizada (para que no se escuchase cuando te cagabas en la puta madre del enano... había niños pequeños cerca y no querían que fuésemos una mala influencia para ellos).
El enano respondía al nombre de Polito, era un enano exótico, gustaba de calzar botas camperas rojas y andar tal y como dios lo trajo al mundo, negro, perdón, desnudo y negro. Le ponían un casco con pedrería y, tras someterle a vilipendio y sodomía durante un par de minutos, de una forma grácil, majestuosa y asombrosamente veloz para esas patitas tan cortas, se abalanzaba contra tus pelotas de tal modo que, tras aplicar un efecto de cuenco absorbente, te las metía por el culo. Lo bueno de la operación es que era reversible, es decir, luego le podías dar tú una patada en las pelotas al enano cabrón.
En definitiva, que me disperso, una vez eliminado esa problema que venía "colgando" desde hacía mucho tiempo, tenía el camino expedito para acceder al poder absoluto.
Y en ese momento llegamos a la coronación como presidenta del gobierno, la puta momia no se fiaba de mí, y antes de la coronación quiso comprobar que mi hucha estaba intacta, la noche anterior anduve algo descompuesto y me acordé de mi abuelo, quizá no fuese de 7 colores pero seguro que si era de 700 decibelios, y las pelotas volvieron a lucir en todo su esplendor.
Toda una vida dedicada a la nada más absoluta, persiguiendo únicamente vivir del cuento, se vendría abajo por una simple cuestión de pelotas.
¿moraleja? si tienes pelotas la política te estará vetada, al menos ENESTEPAÍS.
Es una retahila continua de ironías y sarcasmos made Isra, inimitables.
ResponderEliminarPara escribir todo eso y seguido se requiere ser de Complutum. Además esta vez no has ofendido al INDITO que nos lee con rabia incontenible, aunque no sé yo si le gustará que al enano lo trates con tanta discriminación.
Como siempre que te empeñas, SOBRESALIENTE.
Estimado Isra...
ResponderEliminarDicen que no son los fuertes los que sobreviven, sino los que se saben amoldar a los cambios...¡De ahí que quisieras romper tradiciones familiares para meterte en política!
Aunque te duela, diré -dejando aparte mis felicitaciones a tus musas- que no se si faltan pelotas para manejar este país: lo que falta es sentido común.
sds!
Isra, me asombra tu capacidad de inventiva.
ResponderEliminarsaulods
Vd. siempre tan amable Tella para con los oriundos de tan bella ciudad.
ResponderEliminarEspero que a nuestro querido indígena le haya molestado el tratamiento tan familiar otorgado a Polito.
Ha estado bien, jajajajaja
Dadista, y a eso ayuda el carecer de principios, gracias a dios la política hoy día carece de ellos.
ResponderEliminar¿sentido común?, que cosas dices, ni está ni se le espera, a lo mejor por eso, tras la visita presidencial a casa de Obama, pidieron rezar por España.
Mamuma, es sencillo, como dice Tella, un vaso de agua complutense y todo es ver dragones verdes.
ResponderEliminarSaludos
De tanto reírme se me ha dislocado la mandíbula.
ResponderEliminarRecibirás noticias de mis abogados y un facturón del traumatólogo!
Manda huevos! que que me despeloto de la risa!
Híper bueno!
Mándame unas botellas de ese agua contra reembolso!
Jua jua jua nunca defraudas...te ha quedado genial (por cierto, yo también fan total del Gorroño)
ResponderEliminarIsra, cabronazo, no me jode que hagas cabalgar tu literatura sobre el humor con ese salero y desparpajo, algo que compartimos...Lo que me jode es que me superes.
ResponderEliminarMe ha pasado como al aspirante, pero no preocuparse, no pienso remitirle ninguna factura del traumatólogo. Si acaso una de la tintorería.
ResponderEliminar¡Perfecto relato!
Usease: que defecaste tus propias pelotas debido a una gastroenteritis...
ResponderEliminarFantástica historia. Felicidades.
Quita quita Aspirante, que las sobredosis son malas, tú has venido a mi pueblo y te has bebido el río, que tu post ha siso un auténtico despiporre.
ResponderEliminarJoder, y eso que no hemos tenido tiempo, jajajaja, yo lo hice ayer aprovechando que pasó cerca de casa una musa (y todavía no sé como he logrado que tenga una mínima coherencia).
Pa la próxima más y mejor.
Muchas gracias Maribel, ya sabes que para la próxima te hacemos un hueco, que no desentonará nada en tu blog.
ResponderEliminarY veo que compartimos gustos similares, me alegra, eso demuestra que compartimos el mismo buen gusto.
Para nada Charne, hay veces que intento escandalizar del mismo modo brillante que tú lo haces... pero no llego.
ResponderEliminarPero mientras lo intento lo pasamos bien.
Y gracias por esos cumplidos, viniendo de donde vienen valen su peso en oro.
No se preocupe Vd. Bwana, sabe que puede remitirme cualquier tipo de factura.
ResponderEliminarLe agradezco sus inmerecidas (hoy peco de modestia) palabras.
Es lo que tiene el agua complutense Dams, efectos secundarios extraños.
ResponderEliminarMuchas gracias por sus felicitaciones, y me agrada felicitarle por esa maravillosa historia de amor que parece ser ha comenzado hoy.
JAJAJA muy bueno Isra, así estamos en Estepaís, al menos esntre los socialistas, lo hombres sobramos y el género masculino ha pasado de moda: vivan las miembras y las ministras!
ResponderEliminarSaludos.
Tú lo has dicho Carolvs, así nos va, y no porque sean tías sino porque VAYA TÍAS.
ResponderEliminarOye aunque con retraso; no hay como volver a la peninsula, y con los primero frescos del otoño, pillar una gripe. Pero a lo que iba, ¿y como coño se llama la susodich@? Y es que no te doy el Cum Laude solamente por lo del nombre jajajjaaj
ResponderEliminarSi es que el diablo lo carga el otoño, o al revés, que pal caso es lo mismo.
ResponderEliminarLlamalo X Javier.
Si no te has recuperado mejorate y si ya lo has hecho, tápate.