Fue el pasado 27 de octubre, un día en el que a partir de ahora tendremos dos efemérides en casa, nuestra boda y la muerte de nuestro gato López, un persa especial. Como comprenderéis hoy, bueno, toda la semana, estamos cerrados por defunción, algo que debido a mi profesionalidad no impidió que contestase a un post que estaba programado el sábado pasado y que por circunstancias evidentes no me dio tiempo a posponer.
Es difícil que la gente que no tiene animales de compañía en casa (y no vale ese familiar sociata) pueda entender que pueda afectar tanto una pérdida de este tipo, pero es que López (al igual que Chucky que se fue hace ya 4 años y medio) era especial.
Entiéndase especial como sinónimo de "como una chota", casi todos los gatos cuando dejan el regalito en la caja lo tapan con la arena, pues bien, éste debía estar tan orgulloso de su hazaña que empezaba a maullar como un enloquecido para que fueses a admirar su obra, la cual, evidentemente, no tapaba, el colega según la echaba se ponía a rascar la puerta de la nevera o de la calle, se ve que era tan especialito que no se iba a manchar las patas en tareas tan escasas de glamour.
Recuerdo que su dieta al principio era bastante más variada de lo que fue en sus últimos tiempos, y al cabrón le gustaba lo que yo comía, no podía dejar el plato sin vigilancia porque a la que me descuidaba me levantaba el pavo o el pollito con salsa barbacoa (esto le encantaba)... pero nunca compartía nada de lo suyo.
Lo mejor de él era que (hasta que con la edad, al contrario de lo que me pasa a mí, se le fue suavizando el carácter) le veías la cara de mala hostia y no engañaba, la tenía. Recuerdo dos hechos bastante significativos, en uno, ÉL SOLO, mantuvo acojonada toda una cena de nochebuena a mi familia política, y eran incapaces de estar a solas con él en una habitación, sobre todo por el temor que provocaba sus acercamiento, se aproximaba despacio, se paraba delante tuyo, esperaba a oler tu miedo, en ese momento se acercaba a tus tobillos, te daba un par de vueltas y cuando pensabas que el peligro había pasado te soltaba un zarpazo que te paralizaba de terror, y ahí se venía arriba porque su miedo le alimentaba y daba fuerzas, tu salvación pasaba por marcharte o encerrarle (y López estuvo muchas veces castigado, y yo se lo agradecía con pavito con frutas, al fin y al cabo mantuvo alejadas las visitas de casa).
Lo mejor fue una tarde que vino una amiga de mi mujer y se trajo a su hijo tonto, el chavalito le haría alguna gracia a López y éste le fichó... y esperó su momento, lo recuerdo como si fuese ayer mismo interponiéndome entre el niño y López con una silla (cual Ángel Cristo en el circo) para que no se lo comiese vivo. Y he de reconocer que lo hacía sin excesivo interés, en el fondo quería que eviscerase y se comiese a ese monstruito.
Pero los sustos no siempre eran de forma voluntaria, de repente desaparecía, no daba señales de vida en toda la noche y a la mañana siguiente cuando abrías un cajón o una armario para coger la ropa allí estaba él, acurrucadito en tu ropa favorita echándose un sueñecito, y es que el que tiene un gato lo sabe, DUERMEN DONDE LES SALE DE LOS COJONES.
En fin, que lo vamos dejando, se nos ha ido un grande, hasta siempre López.
Es difícil que la gente que no tiene animales de compañía en casa (y no vale ese familiar sociata) pueda entender que pueda afectar tanto una pérdida de este tipo, pero es que López (al igual que Chucky que se fue hace ya 4 años y medio) era especial.
Entiéndase especial como sinónimo de "como una chota", casi todos los gatos cuando dejan el regalito en la caja lo tapan con la arena, pues bien, éste debía estar tan orgulloso de su hazaña que empezaba a maullar como un enloquecido para que fueses a admirar su obra, la cual, evidentemente, no tapaba, el colega según la echaba se ponía a rascar la puerta de la nevera o de la calle, se ve que era tan especialito que no se iba a manchar las patas en tareas tan escasas de glamour.
Recuerdo que su dieta al principio era bastante más variada de lo que fue en sus últimos tiempos, y al cabrón le gustaba lo que yo comía, no podía dejar el plato sin vigilancia porque a la que me descuidaba me levantaba el pavo o el pollito con salsa barbacoa (esto le encantaba)... pero nunca compartía nada de lo suyo.
Lo mejor de él era que (hasta que con la edad, al contrario de lo que me pasa a mí, se le fue suavizando el carácter) le veías la cara de mala hostia y no engañaba, la tenía. Recuerdo dos hechos bastante significativos, en uno, ÉL SOLO, mantuvo acojonada toda una cena de nochebuena a mi familia política, y eran incapaces de estar a solas con él en una habitación, sobre todo por el temor que provocaba sus acercamiento, se aproximaba despacio, se paraba delante tuyo, esperaba a oler tu miedo, en ese momento se acercaba a tus tobillos, te daba un par de vueltas y cuando pensabas que el peligro había pasado te soltaba un zarpazo que te paralizaba de terror, y ahí se venía arriba porque su miedo le alimentaba y daba fuerzas, tu salvación pasaba por marcharte o encerrarle (y López estuvo muchas veces castigado, y yo se lo agradecía con pavito con frutas, al fin y al cabo mantuvo alejadas las visitas de casa).
Lo mejor fue una tarde que vino una amiga de mi mujer y se trajo a su hijo tonto, el chavalito le haría alguna gracia a López y éste le fichó... y esperó su momento, lo recuerdo como si fuese ayer mismo interponiéndome entre el niño y López con una silla (cual Ángel Cristo en el circo) para que no se lo comiese vivo. Y he de reconocer que lo hacía sin excesivo interés, en el fondo quería que eviscerase y se comiese a ese monstruito.
Pero los sustos no siempre eran de forma voluntaria, de repente desaparecía, no daba señales de vida en toda la noche y a la mañana siguiente cuando abrías un cajón o una armario para coger la ropa allí estaba él, acurrucadito en tu ropa favorita echándose un sueñecito, y es que el que tiene un gato lo sabe, DUERMEN DONDE LES SALE DE LOS COJONES.
En fin, que lo vamos dejando, se nos ha ido un grande, hasta siempre López.
Mi sentido pésame y te acompaño en la condolencias alejándome lo más posible de todo gato o de todo "Lopez" que vea por las proximidades.
ResponderEliminarEstá claro que Lopez era el compañero adecuado a un ISRA, por forma de ser y de pensar.
Se te ha ido un auténtico hermano siamés. Lo siento. Y no compres otro parecido porque nunca se parecerá.
Se me olvidaba avisarte que como, al parecer hay algún virtuoso, de los que han montado el bando de eliminar mi blog, que se han cargado todas las imágenes de Tellagorri Bureau, he tenido que rehacerlo y cambiar de nombre y de imagen del autor.
ResponderEliminarSe siente, isra...vaya personalidad la del bicho, una es más de perros por aquello de que aparte de su "pasotismo" habitual estos pueden trepar al techo y subírsete al moño, pero con todo lo que has relatado para ser gato me cae bastante bien.
ResponderEliminarNosotros tuvimos un loro bastante cabroncete también y lo echamos de menos, que se te pase pronto.
Mi más sentido pésame por la perdida de tamaño mostruito, siempre tan gratos los muy cabronacos, sobre todo si es a la familia política a la que cogen fila.
ResponderEliminarSaluditos.
Miauuuuu, miauu, miau, mi...auuuuu; miau, miau, miau. Miiiiiauuu, miau, mi-mi-auuuuuuuuuu.
ResponderEliminarMiau!
Como admirador de los gatos, le envío mis condolencias y le acompaño en el sentimiento.
ResponderEliminarEspero que tanto dolor no impida la presencia de alguna de sus primas en este húmedo sábado.
Que en paz descanse... Dicen que si lo llevas a enterrar por la calle del mercado, al olor de las sardinas resucita!! Si no, que se encuentre con mi querido Mizifú en el cielo de los gatos
ResponderEliminarDON ISRA
ResponderEliminarMi nuevo blog está en
http://tellabeltzbureau.blogspot.com.es/
ResponderEliminarSerá que las gatas son mucho más dóciles...
Aunque cierto es que yo he tenido suerte con mis felinos!. Salvo una vez que mí GARPHY (cruce de persa con persa cruzado) se comió (por descuido mío) los filetes de pollo empanado, pocas trastadas más me hicieron.
Bueno..., alguna más!!. Tener que lavar la ropa del tendedero varias veces por no encontrar lugar más mullido para sus largas siestas. Pero en fin..., nada del otro mundo ..., todo sea por sus buenos descansos!.
PERLA, la mamá de GARPHY (gata persa), es una gata encantadora, pero al contrario que éste que, se la pasa todo el día encima de una, dando lametazos sin parar, a PERLA le gusta la compañía pero cada uno en su sitio. No quiere estar sola, pero tampoco le gusta que la soben demasiado.
Pues nada Isra..., mí más sentido pésame y, espero consigas pronto un gato parecido a LÓPEZ, pues igual, me creo que será difícil.
Un cordial saludo, un fuerte beso y..., ANIMO, hombre!!!.
Ahí le has dao Tella, me lo decía Juli, que éramos el uno para el otro, la verdad es que me hacía unas risas con él, estaba como una chota, aunque a casi todos los gatos les sale esa vena.
ResponderEliminarMe dejas alucinado con el hecho de que se hayan cepillado tu blog, cosas veredes que dijo aquél, míralo por el lado positivo (aunque joda, y mucho) renovarse o morir.
Gracias Maribel, tú que eres muy seriéfila, a lo mejor ves una que se llama Happy Endings, tipo Friends, pero no tan buena, pues hay un episodio en que sale un loro homófobo y racista, y la dueña tiene, como es previsible, un amigo negro y otro gay. Serie recomendable.
ResponderEliminarNo sé si el tuyo era de ese palo... podría haber dado mucho juego
Gracias Zorrete... curiosamente era con la política, a la mía ni mú, es más, era todo amabilidad.
ResponderEliminarUn saludo.
jajajaja, gracias Dadista, me imagino que se habrá enterado más él.
ResponderEliminarUn saludo.
Le agradezco sus palabras Bwana, además, sabía porque ya me lo comentó que, como no podía ser de otro modo en alguien con su "savoir faire", admiraba a los gatos.
ResponderEliminarEl caso es que tras leer sus palabras el otro día a punto estuve de no faltar a la cita, pero cuando uno coge una racha de vagancia (sea por el motivo que sea) cuesta mucho volver a ponerse en marcha.
No había oído eso de la calle del mercado Alberto, muy bueno.
ResponderEliminarGracias y bienvenido.
Vaya sorpresón Lola verte por aquí, veo que eres persona inteligente que disfruta de la compañía de felinos.Disfruta de los tuyos.
ResponderEliminarLa peque ya está con que quiere un gatito y que se llame López, lo veo difícil, pero no imposible, eso sí, con otro nombre, López sólo ha habido uno.
Gracias y un besazo.