Hoy sí que tengo claro el tema a tratar, y no es otro que el traslado de puesto de trabajo que va a sufrir quien suscribe.
Mi vida era placentera, entraba en el despacho y no tenía que ver a la gente, a la molesta gente, tan sólo a aquellos que me apetecía ver, cerrábamos nuestra oficina a la hora de la comida y nos veíamos un par de episodios al día de las mejores comedias: que si nos vemos Cómo conocí a vuestra madre, que si nos vemos la nueva de Hope, que la última que veremos (y con la que más me he reído con su segunda temporada) es New Girl... en fin, todo esto se acabó.
No se les ocurre mejor idea que, para coordinarnos con nuestro mejor y mayor cliente, cedernos éste unas oficinas en sus instalaciones, eso es lo que yo llamo una pérdida alarmante de calidad de vida, ya puestos que nos den latigazos y nos manden a galeras.
No obstante quien piense que con este cambio se me terminaron los croissants o el tocamiento de güebos está muy equivocado, pero la vida laboral, tal y como la conocía hasta hoy ha acabado (bueno, para ser más precisos en un par de semanas). Lo bueno es que podré seguir leyéndome los periódicos, descargándome series y cuando me aburra podré trabajar un poco, además, la máquina del café está al menos 5 metros más cerca (que nadie me llame vago, levantarse a las 5:30 de la mañana para ir al gimnasio a mantener un cuerpazo como el mío deja secuelas laborales como la incapacidad de atención más de 5 minutos seguidos o la necesidad de utilizar el ascensor para bajar de la 3ª a la 2ª planta).
Me imagino que el hecho de ser una empresa francesa demuestra bien a las claras cómo les gusta ir jodiendo todo el día (y el mayor ejemplo lo tenemos en su presi de la República, en el ex director gerente del FMI, en "le petit Zarkozy", etc...) aunque no me extraña nada teniendo a hembras delicatessen del calibre de Isabelle Adjani, Sophie Marceau, Laetitia Casta (aunque de actriz mu poquito), Emmanuelle Béart, Carol Bouquet, delicadas y exquisitas, o guarrilas del tipo Beatrice Dalle o Emmanuelle Seigner, que te dan lo tuyo del día, de la semana y del año en un cuarto de hora.
Ya he comentado esto con mi prima Salomé, como era lógico se ha indignado con la medida y me ha ofrecido venirse conmigo en el traslado al menos la primera semana para que no se me haga tan duro. Me lo pensaré, he contestado.
La pregunta es bien sencilla ¿sería proporcional plantear un boicot internacional a los productos franceses por esta medida a todas luces arbitraria, injusta e imperdonable?
Les ruego hagan llegar sus respuestas a la sección "comentarios".
Sin otro particular reciban un cordial saludo de un ciudadano crujido a impuestos que sufre.
Cuánto sufrimiento, probe Isra. Naturalmente que hay que BOICOTEAR todo lo gabacho hasta que te reintegren a tu anterior situación o en su defecto te designen Director General para Europa y América de toda la Cía. Francesa, con secretarias como las que has citado que ves en pelis.
ResponderEliminarDesde ya mismo me solidarizo contigo no comiendo más Roquefort. Que se jodan.
Pareces muy disgustado jomío, de todas formas no adelantes acontecimientos aunque se comprenda dado lo bien que tenías montado el currelo con la bollería fina y los internetes, ya nos irás contando
ResponderEliminarGracias Tella, en estos momentos tan agrios y desesperanzadores es cuando más se valora la verdadera amistad, yo ya he empezado por consumir croisantitos made in spain. Te agradezco que hayas pensado en mí (como compensación) para ese puesto, pero con un cargo tan largo me imagino que irá parejo a más curro, y aunque fuese proporcionado el sueldo, permíteme que no avale tu desinteresada iniciativa. Virgen cita que me queda (casi) como estoy.
ResponderEliminarPreocupado dejado me han con la idea Maribel, estoy más mosqueado que un pavo en nochebuena, pero como bien dices, iré día a día...
ResponderEliminar¡Esas multinacionales siempre procurando amargarle la vida al probe trabajador! Haga Vd. como yo, que me cambiaba de empresa más que la camiseta, hasta que encontré la perfecta, la que le permitía a uno trabajar o vaguear a su aire.
ResponderEliminarRecuerdo sus experiencias Bwana, relatadas en su querido baúl, el caso es que yo he encontrado esa empresa lo que ocurre es que soy animal de costumbres y después de 6 años el más mínimo cambio lo percibo como un terremoto (de un 12 en la escala de Ríchal), pero espero poder aclimatarme al nuevo destino en menos de media hora, si no, me plantearé eso de la movilidad laboral.
ResponderEliminarHay ciertas cosas con las que no se deben jugar ¡vive dios!
Tengo la sospecha que esto de la crisis no es más que un camelo para putear a los currantes por puro placer, sometiéndonos a los caprichos de unos sádicos dignos de salir en los vídeos con que nos deleitas de vez en cuando. Panda de hijos de .... señorita descocada.
ResponderEliminarEn cuanto al boicot de los productos gabachos, lo practicaré siempre y cuando me asegures que Salomé es producto autóctono, sin mezcla alguna de francesa. Hay cosas a las que uno no renunciaría por nada, y Salomé es una de ellas, aunque me pese.
Fíjate Aspi si puedo garantizar la españolidad 100% de nuestra querida Salomé que su padre es gerundense y su madre guipuzcoana. Dicho lo cual sólo me queda agradecerle que haya recurrido a tan sofisticado eufemismo (y tan políticamente correcto en estos tiempos que nos han tocado vivir) a la hora de dirigirse a la madre de los sádicos (acertado sinónimo de jefes).
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