Me vais a permitir, antes de pasar a los enigmas, exorcizar mis demonios, que no son pocos y se manifestaron en su totalidad ayer domingo.
Me levanté rumboso, y viendo que la mañana estaba "fresquita", les dije a mis chicas de acercarnos temprano a dar un paseo por el parque de Guadalajara y que le echase mi hija unas palomitas a los patos del estanque.
Pues bien, fue llegar allí y pasar uno de los peores momentos de mi vida, he conocido la noche madrileña y he estado más cómodo en antros de perversión y techno rodeado de pastilleros, mafiosos y delincuentes habituales.
Soy urbanita 100% y me encanta la naturaleza, en fotos y de paseo 5 minutos, no más. Pues bien, fue llegar allí y ver todas esas ratas con alas (creo que ahora las llaman palomas), con tamaños que escapan a la razón (seguro que es porque han incorporado a su dieta la carne humana) y con esos culos que se pasan el día cagando mierdas corrosivas... y ya no pude dejar de estar más mosqueado que un pavo en nochebuena y apretando el culo tanto que no me habría cabido una lenteja de canto.
La sombra de la cagada palomera desde un árbol me paralizó, sollozando como un niño pequeño...si no hubiese sido por mi hija y el placer de ver dos o tres ejemplares muertos (me reconfortó pensar que habrían muerto tras un largo y lento sufrimiento) no habría salido de allí.
Odio a las palomas, además, es "vox populi" que cuando la vida desaparezca de la faz de la tierra sólo quedarán ellas: las cucarachas, las palomas y Maritere
Y ahora sí, los enigmas, a darle un poquito al coco...
Me levanté rumboso, y viendo que la mañana estaba "fresquita", les dije a mis chicas de acercarnos temprano a dar un paseo por el parque de Guadalajara y que le echase mi hija unas palomitas a los patos del estanque.
Pues bien, fue llegar allí y pasar uno de los peores momentos de mi vida, he conocido la noche madrileña y he estado más cómodo en antros de perversión y techno rodeado de pastilleros, mafiosos y delincuentes habituales.
Soy urbanita 100% y me encanta la naturaleza, en fotos y de paseo 5 minutos, no más. Pues bien, fue llegar allí y ver todas esas ratas con alas (creo que ahora las llaman palomas), con tamaños que escapan a la razón (seguro que es porque han incorporado a su dieta la carne humana) y con esos culos que se pasan el día cagando mierdas corrosivas... y ya no pude dejar de estar más mosqueado que un pavo en nochebuena y apretando el culo tanto que no me habría cabido una lenteja de canto.
La sombra de la cagada palomera desde un árbol me paralizó, sollozando como un niño pequeño...si no hubiese sido por mi hija y el placer de ver dos o tres ejemplares muertos (me reconfortó pensar que habrían muerto tras un largo y lento sufrimiento) no habría salido de allí.
Odio a las palomas, además, es "vox populi" que cuando la vida desaparezca de la faz de la tierra sólo quedarán ellas: las cucarachas, las palomas y Maritere
Y ahora sí, los enigmas, a darle un poquito al coco...
Y os recuerdo, las soluciones mañana.
El primero me pilla con pocas ganas de hacer números...
ResponderEliminarEl segundo...¿el supuesto camarero era en realidad un atracador en acto de servicio en ese mismo momento?
O quizá sólo tenía mala leche je
Veo que has pasado las soluciones del lunes por la tarde, al lunes por la tarde, tarde para al final acabar poniéndolas el martes jaja
Para las palomas por lo menos hay un remedio, que es salir a pasear con paraguas. Contra las cucarachas y la señora ésa que dice, no conozco nada.
ResponderEliminarRespecto a los enigmas ahora sólo estoy en condiciones de resolver el segundo (me lo sabía de antes):
El hombre entra al bar con un cartel colgado del cuello que dice que tiene hipo y el camarero le pega un susto.
El primero me lo voy a pensar.
Esas ratas con alas, como bien las define Vd., además de cagar ácido nítrico, terminarán contagiando a todo el mundo con la gripe aviar (al loro). Durante la guerra de España, se las comían estofadas y cuentan que daban el pego con la perdíz. Doy esta idea por si se ponen peor las cosas.
ResponderEliminarLa caló me tiene embotado el cerebro y no he sido capaz de descifrar sus enigmas de hoy. Otra vez será.