Este macabro anuncio fue colgado en internet por Armin Meiwes, técnico informático alemán de 42 años que vivía en una caserón del siglo XVIII (de 44 habitaciones) a las afueras de Rotenburgo. Gracias al descubrimiento del nuevo instrumento de ocio empezó a coleccionar y almacenar todo tipo de material gore (fotos de accidentes preferiblemente) y comenzó a frecuentar chats tan peculiares como Gourmet o Canibal Cafe, de todos modos no debemos pensar que su interés por el canibalismo vino a raiz de sus incursiones en internet, ya a la tierna edad de 8 años fantaseaba con descuartizar y devorar a los compañeros de colegio que le gustaban.
Siguiendo con su hábitos saludables y lecturas recomendadas atesoraba una importante biblioteca de asesinos en serie por no hablar de los numerosos documentales que disponía de, entre otros, Jeffrey Dhamer o Fritz Haarman (el vampiro de Hannover).
Su interés por la literatura no se limitaba a la lectura, también escribía, tenía unos 50 cuentos escritos que encontraron los investigadores en el disco duro de su ordenador. Obviamente de temática especial, entre ellos tenía una versión de Robinson Crusoe en la que el náufrago se alimentaba con los cuerpos de los nativos o un ensayo en el que defendía como solución para acabar con el hambre y la superpoblación en el tercer mundo la práctica del canibalismo.
Pero la creatividad de este hombre abarcaba otros campos, destacando en la creación de colages en los que mezclaba fotos de anatomías forenses con barbacoas, los cuales le servian tanto para relajarse con su visión como para entretenerse masturbándose contemplando su obra, con un cuchillo en la mano y el cuerpo untado con salsa de tomate.
Con una completa formación que le avalaba, se dispone a pasar a la acción y hacer realidad sus sueños. Pone 60 anuncios en internet y recibe 430 respuestas de personas que, dicen, quiren ser devoradas por él.
Su primer cliente fue Mateo, quien contestó en el año 2000 indicándole que quería ser torturado y comido por él, desgraciadamente no prosperó, a pesar de haber acondicionado una de las numerosas habitaciones para el ritual especial, puso una cama de hierro, dos mesillas, un calentador (Mateo quería ser quemado vivo) y una jaula. Entre los juguetes para la cita destacaban un hacha y un látigo parecido a un cilicio. Una vez terminada la decoración hizo unas fotos que envió a Mateo, lógicamente, nunca más se supo.
Tras este inicial fracaso no desiste y sus plegarias son escuchads, el 5 de febrero de 2001, en un chat, lee
"me ofrezco a ser comido vivo por ti"
Se citaron el 9 de marzo, Cator (que así firmaba y que se trataba de Bern Brandes, ingeniero berlinés de 43 años) le dice que quiere ser comido vivo ese mismo día y que acudirá con el estómago vacío.
Como no podía ser de otra forma se trasladan al cuarto de juegos, Bernd se sienta desnudo en la mesa y, mientras toman café, le dice que quiere ser comido hasta que sangre mientras practican sexo. Tras unos primeros intentos surgen las dudas, Meiwes no muerde con suficiente fuerza y Bernd duda que pueda ser capaz de desmembrarle, para ayudar a su amigo se toma 20 pastillas para dormir, dos jarabes y media botella de licor, piensa que si se queda dormido ayudará a que pueda conseguirlo.
Se tumban en la cama, ponen música en un transistor que había llevado Meiwes y, tras fumarse unos cigarros, durante hora y media se abrazan, se besan y se acarician cariñosamente, de repente Bernd le dice "adelante, hazlo, acaba, córtalo".
Empieza a cortarle el miembro, pero el cuchillo no está lo suficientemente afilado así que Brandes le dice que lo cambie por otro, tras algunos golpes certeros y resonando los gritos de dolor por toda la habitación consigue cercenar el miembro provocando que Bernd sangre abundantemente. Una vez superado el clímax, y de nuevo relajados, cocinan y se comen el pene amputado.
Brandes tiene numerosos cortes y respira con dificultad, en ese momento Meiwes cierra los ojos, besa a Bernd y le clava un cuchillo enorme. Se va desangrándose a la bañera donde pierde el conocimiento 10 horas después. En ese momento empieza el descurtizamiento, troceando a su amigo y cumpliendo una de sus promesas, cortarle la cabeza y colocarla en la mesa para que pudiese verlo todo.
Dos días después empieza a comérselo, lo frie con aceite de oliva y lo acompaña con bolas de patata, salsa de pimienta y vino tinto, adornando la mesa con velas. Se llega a comer 20 kg dejando el resto en un frigorífico.
Contento con su hazaña quiere compartir lo que queda su amigo y vuelve a poner anuncios en internet. Un estudiante de Innsbuck los ve, sorprendiéndole uno en el que presume de haber probado la carne humana, inmediatamente pone sobre la pista a la policia, que detiene a Meiwes en diciembre de 2002. Tras registrar su casa encuentran 4 bolsas de plástico con los restos de Bernd, varios huesos y un cráneo enterrados en el jardín, junto a los vídeos grabados.
Meiwes ha confesado que se comió a su compañero porque le producía satisfacción sexual, grabándolo en vídeo para contemplarlo posteriormente mientras se masturbaba, en ese momento confesó más perlas:
"el momento de descuartizarlo y destriparlo lo contemplé a menudo"
"mi idea era que él se convirtiera en pate de mi cuerpo"
"lo recordaba en cada pedazo de carne que me comía , era como comulgar"
En cuanto a los motivos de Bernd para ofrecerse a ser devorado decía que en alguna ocasión le confesó su deseo, desde pequeño, de ser descuartizado e ingerido, al respecto escribió:
"sólo te tengo a ti y te quiero, déjame ser parte de ti".
"hazlo, destrózame y cómeme, nadie más que tú se ha interesado realmente por mí, por eso tienes que hacerlo, no temas, si no me comes acabaré suicidándome, me siento fatal, me desprecio, salva mi vida, cómeme".
La sentencia, lógicamente, fue complicada, no se trataba de un asesinato, en todo caso de un homicidio a petición, una eutanasia ilegal, cuya pena sería de seis meses a cinco años. A su favor tenía la declaración de la víctima, que se sometió voluntariamente al ritual, aportando además como eximente el hecho de que otras cuatro personas se habían encontrado previamente en la misma situación (un maestro, un estudiante, un empleado de hotel y un cocinero), a los que tenía colgados por los pies y no podían liberarse por si mismos. Uno no quiso continuar y otro se sintió indispuesto por lo que les dejó irse a todos.
Finalmente Armin Meiwes quien, según un informe psiquiátrico, dominaba plenamente sus facultades mentales, fue condenado a cadena perpetua por asesinato por motivos sexuales.
Escribió sus memorias y pronto harán la película, naturalmente.
Entre que en KULUSUK están a menos 4 grados y en la ciudad complutense algunos se aburren mucho, se produce el fenómeno ISRA.
ResponderEliminarTe aconsejo que vuelvas a coger los libros de Julio Verne, son muy entretenidos, y sacarás muchas más ideas para publicitar unos buenos pañales antihumedades de bebés.
Yo creía que los muy pirados eran los dedicados a la BIOLOGÍA, esa ciencia que habla de gusanos, hormigas y plantas carnívoras, pero veo que los PUBLICISTAS estaís a 3 segundos del delirium tremens.
Y el tío se excitaba sexualmente con eso?
ResponderEliminarHabía visto un playboy alguna vez?
Dice el psiquiatra que estaba cuerdo?
Qué se necesita para estar loco?
No es por nada, pero estos gustos tan sofisticados no son para mí. Yo soy más clásico, de Atapuerca, y continuo esnifando bragas y cosas por el estilo, lo de toda la vida, vamos.
Mira por donde este tío tiene plaza segura en el gobierno progresista, a este le das el ministerio de agricultura y me rió yo de los ecologistas de marras. Este se va a China y deja el país como un autentico solar.
ResponderEliminarMira podemos hacer una cosa, sacarlo de la cárcel, meterlo después en Moncloa con un tenedor y un buen cuchillo de carne, para que cuando acabe llevarlo a Génova y allí que comience de nuevo.
¡¡A VECES DAS MIEDO!! Recuerdame que si alguna vez voy por los Madriles y quedamos para tomar algo que sea después de la hora de la comida o la cena, solo por si acaso. El ser casi vecino de la Leire y sus mariachis te esta afectando, unas vacaciones estarían bien, marchar a unas democracias consagradas como la nuestra te vendría de perlas, te recomiendo cuatro Irán, Venezuela, Cuba o Corea del Norte, seguro que cuando vuelvas ves el país de otro color.
que hay mogollón de psicópatas sueltos ya se sabe, lo increible es lo de los que contestan al anuncio y acuden a que se los jalen de aperitivo o de postre..yo flipo de lo perjudicadito que anda el personal...
ResponderEliminarY si a los publicistas les sumas algo de politologia pasa lo que pasa.
ResponderEliminarY en cuanto a lo de volver a los clásicos... estoy esperando a ver si publica algo nuestra amiga Bibi.
Aspirante, es que no hay color entre olfatear unas bragas y comerse un mondongo medio crudo. Ya sabes que los alemanes no se han caracterizado nunca por ser excesivamente exquisitos.
ResponderEliminarOh Javier, que gran idea, con un simple tenedor y cuchillo acabar con nuestros males, lo que no sé yo es si no se le pasará el hambre al ver a Sonso a Zp o SALIR POR PATAS si se cruza con las hijas por el pasillo.
ResponderEliminarYo creo Maribeluca que es el clima, tanto tiempo sin salir de casa con ese frío... aquí te dan un tiro en un calentón pero acompañan tu ingesta con patatas ni vino, el vino sólo para celebrar la puntería.
ResponderEliminarAplaudo hasta con las orejas a Monseñor Pol.
ResponderEliminarSe me han revuelto las tripas con la lectura de tan detallado episodio, pero la culpa es mía por no fijarme en la advertencia.
ResponderEliminarConocía el caso de algunas tribus africanas que se especializaban en misioneros y el de Issei Sawaga, un japonés que apreciaba las pantorrillas de holandesa a la parrilla. Pero el caso de Melwes los supera a todos.
Impactante.
Aspirante, Javier lleva ya una larga temporada inspirado... será el clima.
ResponderEliminarBwana, no me extraña nada la afición por las pantorrillas holandesas, cuando sale una buena es exquisita.
ResponderEliminarLo de los africanos ya no me gusta tanto, abusan de las especias.
"Dos días después empieza a comérselo, lo frie con aceite de oliva y lo acompaña con bolas de patata, salsa de pimienta y vino tinto, adornando la mesa con velas."
ResponderEliminarLo del vino tinto hay que precisarlo en bien del progreso cultural de la humanidad. ¿Que denominación de origen, marca y cosecha marida bién con la carne de jilipollas?. ¿Era crianza o reserva?.
Con respecto a las velas ¿eran negras y satánicas o cursis, perfumadas y de color romántico?.
A mi es que las salsas con la carne no me van mucho, la prefiero al natural.
Isra, ¿ No te estarás volviendo algo macabro ?
ResponderEliminarDams, desconozco añada u otros datos de tu interés, la domunetación ha fallado, no obstante si te diré que, respecto de las carnes asadas, nada mejor que untarlas con un poco de salsa gaucha.
ResponderEliminarLas velas me imagino que tratándose de una cita tan íntima serían rosas y perfumadas.
Tal y como está el patio Mamuma, a día de hoy no descarto nada.
ResponderEliminarPude leerlo y, aunque muy macabro el asunto, no me costó tanto como aquella otra entrada que nos colgaste de aquel vecino gordo.
ResponderEliminar...y dicen que dominaba plenamente sus facultades mentales...???.
Si el canival no las llega a dominar...
Ay Lola, es que el otro era un monstruo, aunque ambos parezcan iguales hay matices.
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