un circo, que alegraba siempre el corazón. Bueno, no tanto, lo que si es verdad es que la ópera no acaba hasta que canta la gorda y que el circo no está completo sin el enano y el payaso, sobre todo este último, pero como ya ha llegado Juan Lapuerta, empieza una nueva temporada del circo catalán. Generalmente hay dos tipos de payasos en el circo, el que da las hostias (el listo) y el que las recibe (el tonto), pues bien, éste, ni lo uno ni lo otro, simplemente está porque tiene que haber de todo (y alguien se tiene que beber el Champagne francés). La gente unicelular y unineuronal lo bueno que tiene es que se la ve venir y no hay que esforzarse mucho para entenderle, aquí, el intelectual, va a estar día sí día tambien pidiendo una independencia absurda, por eso, para evitarle tanto trabajo innecesario e infructuoso vamos a hacerle la vida más fácil. Haciendo un gesto de generosidad extrema vamos a permitirle realizar ese referéndum que tanto anhelan, entre otras cosas porque no...